Desaparecer, ser polvo y dispersarme en
los lugares mas recónditos de la tierra
Perderme de una vez de las miradas de
otros
Para así sacar de mí el reinado imaginario
que me alimenta día a día.
De mis ojos crecían plumas
La piel de gallina me acariciaba el
alma.
Hoy deje de sentir ganas por mi, hoy
quisiera morir, dejar de hablar, dejar de mirar, desear…
Y mientras la música acariciaba mi
cuerpo, mientras miraba esos grandes ojos me iba muriendo cada vez mas,
mientras el frió se tornaba gris, mientras mi ser lo único que deseaba era ser
libre, libre al fin. El bosque, se tornaba gris y sus hojas lloraban con
angustia al mirarme desvalido sin caricias, sin amor. Mientras de mis poros la
sangre me teñía la piel. Más de una vez, más de una vez.
Es extraño que al tener todo sientes
que no tienes nada, que entre mas dan, menos sientes…
Siento morir, cada día, cada vez más, y
no puede parar, mi alma se desmorona, y no puedo detenerlo. Quisiera ser algo
mejor que yo, tener las armas, mucho mas que eso, saber ocuparlas y vivir, saber
vivir, y es ahí donde los contrastes juegan su labor, las ganas de
morir son las mismas que las de vivir, y aun así nadie ha podido responderme
las preguntas…
Y hoy mientras me perdía una vez mas en
mi mismo tratando de encontrar la llave a mis problemas, me volví a dar cuenta
de una cosa… no tengo remedio, no soy nadie. No puedo mas en mi, estoy
decepcionado de mi mismo, y se que me oculto la verdad, y lo intento miles de
veces Pero no, no he sacado nada
Del alma los hilos crecen sin parar abrazando
mi espina dorsal, marcándola, acariciándola, el alma, mi alma, su alma… son las
lagrimas que me bañan sin cesar, pero no se nada aun, no se de mi, solo que en
mis sueños el mas bello paraíso se encuentra, donde mi ser inocente juguetea
libre entre las rosas de cristal.