lunes, 22 de junio de 2009

Rio sanador


Y ahí estaba yo. Mirándome como mis manos tocaban mis labios, mientras lagrimas juguetonas danzaban lentas por mis mejillas. La palidez de mi rostro conjugaba con el amanecer de otoño. Donde mis mas puros pensamientos mortuorios vibraban vivaces dentro de mi acongojado corazón.
Mientras los brazos salían de mi boca tremebunda creando ilusiones para mi alma, jugueteando conmigo, soñando contigo.
Acabar con esta mentira que infunda mi alma, despojarme de mis ropajes he insertarme en aquel cauteloso rió sanador asesino, donde mi raquítico cuerpo se llenaba de agua donde me sanaría.
Y siento el alma abatida de los recuerdos jugando en mis entrañas. Vidas pasadas acariciándome el alma. El alma. Tantas veces que hablo de ella y la siento tan apagada, tan pobre y lejana

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