jueves, 12 de septiembre de 2013

Mi querido once







Mí querido once de Septiembre
hoy vierto mis lágrimas por ti
Lloviendo sobre aquella moneda destruida
Sobre mi cabeza podrida de ideales
De sueños pisoteados y escupidos
Desde la violación carnal de mis derechos
Por nuestras almas en pena que se parten en sus paredes
Como pedazos de mi cuerpo somnoliento entre la batalla
Me siento entre los perdidos, los que jamás volverán a escuchar
A los que jamás podrán volver a ver.

Cavo mi tumba en el aire
Entre todos y entre nada
Algunos se cavan en una tierra
Mas profunda
Pocos pelos de ceniza
Otros cavan mas profundo

Mi querido once de Septiembre
Sin más que poder decir o hablar
Nuestros ojos han llamado a la noche
Junto al sonido del silencio
Entre las almas que no hablan
De los tachados
Inmortalizados en nuestras memorias
Implantados en el consciente
Omitidos frente a la materia
vivos en las voces del presente
El cuerpo fue solo una celda de carne y huesos
Que retiene y envejece el alma.
hoy
No hay memoria
ni recuerdos de opresión
Solo visiones  grabadas
De los ya no vivos
Los callados


Los desaparecidos

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