lunes, 7 de enero de 2008

D-e-s-e-o-s


Aquella noche mi piel fue dibujada una vez más. Los rojos pinceles cruzaban el largo tramo de mis brazos. Aquella noche, mi piel fue un aterciopelado lienzo. Un gran panel donde proféticas escrituras se plasmaban en el.
Una vez mas fui el curioso, el inocente.
Esa noche la piel derramó las lágrimas de una vida sufrida, de un instante perdido en el tiempo. Una gran ensoñación perdida.
Una pérfida manía causo la mítica tragedia griega. Donde los mares desataron su furia, donde el príncipe feliz vio morir una vez más al fénix.
Si, la mítica tragedia, la misma de tantos tiempos. La misma con la que se nutren las canciones trágicas, las baladas y las de amores perdidos.
La misma tragedia repetida en un millar de personas.
Es mi historia ajena, mi perdida vida encontrada en una caja de juguetes.
Como una historia extraña, una especie de diario de vida.
Hoy quisiera sacarme algunas plumas de mis cejas, botar un poco mas de cabello.
Caminar mas, reír.
Hoy tengo deseos.

Deseos.

D-E-S-E-O-S.
E
S
E
O
S


Póngase cómodo caballero y cuénteme todo lo que piensa.

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