miércoles, 12 de marzo de 2014

De tierras azules y mar púrpura

Un desastre imparable
gritaba mi madre desde la cocina americana.
- Eso es el que eres!, un maldito desastre!.
Acabarás con tu vida y con la del resto.
Y todo por que? Ah!
Siempre fui un ser poco asertivo, siempre tomando malas decisiones y caminos equivocados.
Creo muchas veces que esto es culpa de mis genes, mi familia es un festin para los pillos, estafadores y sobretodo malos amigos. Esos que dicen que siempre estaran pero jamas lo estarán
gente que pretende estar a tu lado para luego irse
La voz de mi madre se desvanecía lentamente entre mis pensamientos
Pensaba - El día está tan bello, deberia estar afuera jugando.
Me refugiaba cobardemente en un limbo
Para no afrontar la realidad, para no escuchar la verdad
Los gritos de aquella gorda mujer, enagenada por mi situación se desvanecían cada vez mas, a cada salto que daba a mi locura.
Siempre a la liguera pero Extremadamente confundido
Crecí con la idea de no tener idea de nada.
De existir y no existir,
No necesitar nada y quererlo todo
Entre la luna y la tierra existía un saletile imaginario
Donde me refugiaba de toda esta verdad absoluta.
Mis propias reglas, mi propio reino,
Mi propio pueblo.
Un silencio me trajo de vuelta a la realidad
Encontrándome solo, con los platos limpios y los vasos guardados en su lugar.
Así son las cosas de la vida
Tomé mi casco de astronauta y mi bicicleta
Salí por la puerta que da hacia el patio, crucé la reja
Emprendiendo mi viaje hacia un planeta desconocido
lejos de los platos, las tazas y la voz grabe de mi madre.







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