lunes, 23 de enero de 2012


lejos.

donde el concreto se transforma en arena. donde los carros se tornan caballos.
un lugar donde el cielo no tiene fin y las caminatas largas vuelan como los pajaros.
me fuì, vestido de novia, hombros al descubierto. destrozado. esa figura androgena acabada por la desepción, por la derrota. tratando desesperado de huir, de alejarme.
el anaranjado y rojizo cielo azul se volvía olor a berenjena.

el viento sopla fuertemente en mi espalda, el sonido de los cielos cae sobre mis hombros. estoy lejos amado mio, lejos de la urbe, lejos de la conciencia, lejos del yo.
donde estoy es una casa triste y deteriorada, pero siento que mi alma la condena sin saber el propósito de mi llegada. he venido desde lejos a saber que es lo que quiero, cual es el significado de la vida. cual es el propósito de los acontecimientos que nublan la mirada. que opacan tu sutil belleza, que oscurecen mis sentimientos.
soy un poeta, un amante, un pintor.

cristo esta a mi izquierda, crucificado, maltratado, su figura de plata fría me duele. hay ira en mis pensamientos.

siempre miro hacia atrás, nunca olvido, jamas lo olvido. y es la droga que uso como recordatorio de la vida pasada. suministrando dolor y rabia. llenando de alegrías cada recoveco de mi corazón, suplantando tu figura.

que escribo yo? ja! sueños intranquilos. que significan.... voltaire, napoleón .. beethoven, lord byron, pablo neruda, simon bolivar...historias míticas de amor, escondidas por el tiempo.
que hay que esperar de mi. con un amor tan inmenso como el de ellos.

el atardecer ya casi termina, después de un largo viaje mi corcel esta preparado para ver el fin del sol. a su vez yo me preparo para el mio, sacándome el casco de plata, lanzandolo al suelo mientras los cabellos rojizos acarician mi empalecido rostro.
me sentía desprotegido, pero con un sentido de libertan que los suspiro eran en cada minuto un sentimiento de alivio. pero esta protegido. tenia una armadura de plata, una armadura forjada en las lejanías del reino.
libre, protegido.

lanzo al viento las palomas de tu libertad. vivas, blancas... pulcras.
vuelan libres por los valles de tu reino, por los valles tras las montañas, detrás del atardecer muerto del corazón.

y es en una habitación con luz de vela donde con tinta negra derramo los fragmentos de un amorío consumado. herido por las cenizas. he ahí en las blancas hojas donde la pasión guarda envidia.

se podría decir que lo esperamos todo, pero quien es capaz de asegurarnos algo, quien es el valiente que es capaz de prometer el infinito y crear sueños sin romper alguno de ellos... nadie.
después del fin, quien asegura tu vida?, quien es el que se preocupa o vela por tu bienestar. que compensación hay. que es lo que te regala la vida, una serie de eventos desafortunados? de que vale la ilusión si es solo eso. ilusiones, cuentos, blasfemias, si a largo plazo estamos solos.
luego de marchitar el corazón, el odio, como una criatura carroñera olfatea, analiza y carcome tu corazón  pero en el fondo sabes que esta bien. sabes que es una manera para olvidar el dolor.
y el tiempo se preocupa de que el olvido acaricie tu mente. con el fin de que otro rey haga lo mismo contigo. Es una vil contrariedad lo que mis pensamientos denuncian mas soy yo uno de los afectados, una victima de este inconsciente acto de ignorancia. mas, soy un perfecto victimario. un asesino.

ven cariño, acuéstate, déjame que te lea un historia...mas bien; un cuento de hadas.

es aqui amado mio en donde el olvido nos mata, es aqui donde las lagrima caen como el mar asustado.

Carta de Victor Hugo a Adéle Foucher (fragmento)



20 de octubre en la noche

Esta es una carta muy importante, Adéle; de ahora en adelante todo entre nosotros depende de la impresión que te cause. Trataré de ordenar coherentemente algunas ideas, y ciertamente tendré que desvelarme esta noche peleando de nuevo. Voy a hablarte seria e intimamente, y sólo deseo que ello pueda ser en persona, porque entonces podré tener tu respuesta (que esperaré con gran impaciencia) en el acto, y juzgar por mí mismo, por tu expresión, el efecto que mis palabras están teniendo sobre tí, un efecto que será crucial para decidir nuestro futuro común.

Hay una palabra Adéle, que aparentemente hasta ahora hemos tenido miedo de usar la palabra amor, no obstante que lo que siento por tí es amor genuino; el problema es uno de complicidad: si lo que sientes por mí es también amor.

Esta carta removerá esta duda, sobre cuya resolución depende mi vida entera. [...]

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