era una noche fría, había caminado bastante para poder llegar al cumpleaños. siempre le tenia una especia de miedo a "la loma". pero que me iba a pasar. iba tranquilo, con mi amante musical. al llegar entre la multitud que volaba a mi alrededor, unos ojos azules me miraban de reojo, se podía percibir una rabia interna. una ira tan grande que me asustaba. me fumaba un caño y no veía nada malo. y al calvo le di el caño para que fumara y de respuesta con un ladrido me dijo "yo soy nazi!", he hizo un gesto extraño con sus manos. alguna especia de símbolo nazi creo, me sentí algo pequeño frente a la situación. pero sonreí mientras su novia trataba de calmar la situación antes de que me golpeara. el era un integrante de la casa donde me encontraba. era una situación algo complicada para mi pero a la vez me sentía contenido por el resto de la gente. lo mas gracioso fue q no me moví de su lado. y mientras hablaba con su novia sobre esta estúpida ideología que el tenia escuchaba como vomitaba odio hacia los homosexuales, hacia chistes sobre las lesbianas y hablaba mal de toda etnia.
una inconsecuencia total. una farsa. me mordía la lengua para no gritarle falso! o escoria, retrograda. infeliz lleno de ira. pero la vida es extraña y enseña de maneras misteriosas. su novia era judía.
a medida que la noche pasaba el me miraba con inquietud mientras todos me preguntaban si estaba cómodo.
idiotas, creen que por ser gay me voy a intimidar o dejarme pasar a llevar por un perro chilenos que se cree alemán. pero su reacción fue lo contrario, con cajetilla en mano me mira y me dice " quieres un cigarro". en ese instante no lo podía creer. la bipolaridad y la inconsecuencia se habían tomado ese instante y mientras sacaba el cigarrillo de su cajetilla le sonreía. unas gracias en tono suave serró nuestro minuto y así la noche fue avanzando y las risas caían en mi mente. solo en el mundo hablaba con gente que jamas había visto. fui a un cumpleaños y a las 5:30 am decidí irme; estaba congelado. me despedí de todos. y antes de llegar a la escalera para subir a la puerta el calvo nazi cruzo mi camino y su mirada de odio se apodero de mis pupilas. hice un gesto de despedida con mi cabeza el cual no fue respondido. solo su mirada de ira.
partí mi viaje a mi hogar, donde me esperaba mi cama con sus brazos abiertos.
para algunos soy una aberración, para otros un loco... otros quedan desconcertados, intrigados, enamorados. y solo soy alguien entre millones de personas. un alma mas en la tierra. un poco de enrgia que recorre la tierra.
podría haber sido golpeado pero no.
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